Los llamados 'Padres de la Iglesia'

Menciona hoy en día la frase 'Padres de la Iglesia' y en lugar de que la gente lo relacione con Jesús los apóstoles, o incluso los líderes y profetas de Dios del Antiguo Testamento, la gran mayoria de la gente apunta a la Iglesia Católica Romana como los 'padres de la Iglesia'. Haz una búsqueda en el Internet y en lugar de ver los grandes nombres de la Biblia, verás nombres como Orígenes, Clemente de Roma, Ignacio y Agustín. Pero hay una gran diferencia entre los verdaderos 'padres de la iglesia', los apóstoles de Jesucristo, y los que más tarde fueron llamados 'padres' como se menciona arriba.

Los apóstoles de Cristo y los escritores del Nuevo Testamento enseñan un evangelio sencillo que los verdaderos Padres de la Iglesia claramente revelaron a todos los que creen en él. Pero los mal llamados 'padres de la iglesia' que muchas personas buscan hoy, reemplazaron la simplicidad del mensaje del evangelio con un mensaje misterioso y oculto que sólo podía ser interpretado por ellos mismos y los líderes de la 'iglesia visible'.

Muchos teólogos eminentes de la historia cristiana hablan en contra de aceptar los escritos de los llamados padres apostólicos con cualquier autoridad.

Para tener un ejemplo de la clase de espíritu que conducía a estos llamados padres de la iglesia, sólo necesitas mirar la historia de Agustín de Hipona (o San Agustín). Una vez, mientras que frente a algunos monjes no católicos del norte de Gales que no cedían a sus peticiones y de la Iglesia romana, gritó ... "si no se adhieren a nosotros en unidad, seréis nuestros enemigos y sufriran la venganza de la muerte." (Killen, La Iglesia Católica Antigua, p.276-7)

"Un fenómeno singular en su género, es la notable diferencia entre los escritos de los apóstoles y los escritos de los padres apostólicos... Los escritos de los llamados padres apostólicos han infelizmente, en su mayor parte, venido a nosotros en una condición muy poco digna de confianza ... cuyo objetivo era aplastar el espíritu libre del evangelio." (Neander, Historia General de la religión y la Iglesia cristiana, Vol.1, p.657)

"Para la gente común, las principales verdades del cristianismo se explicaron en su pureza y sencillez, y se evitaron todas las sutilezas, tampoco las mentes débiles y tiernas fueron sobrecargadas con una multitud de preceptos. Pero en sus escuelas y en sus libros, los doctores que cultivaban la literatura y la filosofía, en especial de Egipto, consideraron elegante y exquisito someter a la sabiduría divina al escrutinio de la razón, o más bien ponerla bajo los preceptos de su filosofía y examinar metafísicamente la naturaleza de las doctrinas enseñadas por Cristo. A la cabeza de esta clase de teólogos estaba Origen Adamantius (Origen de Alexandria) ... quien sostuvo que en virtud de las cosas allí expresadas, figuraba un sentido oculto y consensuado, que era mucho más preferible que el significado literal. Y es este sentido oculto el que busca después en sus comentarios, ingeniosamente es cierto, pero perversamente también, y en general abogaba por toda negación y desprecio al significado literal. Expositores innumerables en éste y en los siguientes siglos siguieron el método de Orígenes." (Mosheim, Institutos de Historia Eclesiástica, Libro I, SIGLO III, PARTE II, cap. III)

"Si nos volvemos a los padres con la esperanza de que ahora, por fin vamos a entrar en la región de los métodos intachables y ciertas aplicaciones, seremos decepcionados. Yo sinceramente le pido que no se me malinterprete ... Hay muy pocos de ellos cuyas páginas no están plagadas de errores - errores de método, errores de hecho, los errores de historia, de gramática, e incluso de doctrina ... Los primeros padres y apologistas añaden poco o nada a nuestra comprensión de las Escrituras ... Nos dirigimos a ellos en vano buscando la justificación de cualquier reclamación a la posesión de una tradición infalible." (Farrar, Historia de Interpretación, p.162-165)

"Cuando la Palabra de Dios es expuesta por los Padres, interpretada y glosada, pues a mi juicio, es aún como cuando uno cuela leche a través de un saco de carbón, lo cual estropea la leche y la vuelve negra; la Palabra de Dios de sí misma es pura, limpia, brillante y clara; pero a través de las doctrinas, libros y escritos de los Padres, se oscureció, falsificó, y echó a perder." (Martín Lutero, Table Talk, p.228)

"En cuanto a los padres en general ... de ellos podemos afirmar con seguridad, que no hay una sola verdad en el credo más ortodoxo, que no pueda ser probada por su autoridad, ni una herejía que ha deshonrado a la Iglesia de Roma, que no puede desafiar a ellos como sus cómplices. En puntos de doctrina, su autoridad es, conmigo, nada. Mi credo esta contenido únicamente en La Palabra de Dios." (Adam Clarke, Comentario a Proverbios 8)

Era el deseo de Satanás reemplazar la claridad de los escritos divinamente inspirados de los profetas de Dios y apóstoles de Cristo, con escritos de hombres quienes confundieron la clara verdad del Evangelio, y los reemplazó con 'misterios' que sólo los líderes de la Iglesia podrían interpretar. Esto permitió a Satanás bloquear a la gente en un engaño perpetuo, haciendo que se volcaran a la 'tradición de la iglesia' en lugar de la propia Palabra de Dios. Y yo personalmente he tenido esta experiencia a mí mismo hablando con los pastores de las llamadas iglesias evangélicas. Después de mostrarles verdades contenidas en la Palabra de Dios, ellos me decían ... "Ok, voy a ir a ver mis libros [libros escritos por los 'padres de la iglesia'] para ver lo que dicen y después me contacto con usted" y estos son pastores de iglesias no católicas!

El Domingo y la Observancia de la Pascua

En el siglo II, los objetivos de los emperadores adoradores del sol y de los teólogos alejandrinos corrían paralelos. Hubo un plan ambicioso ideado por el mismo Satanás para mezclar todas las religiones en una sola, de los cuales "el sol iba a ser el objeto central de la adoración." (Milman, la historia del cristianismo, vol.II, p.175-176). La filosofía pagana tuvo una gran influencia en los escritores de la iglesia primitiva (también conocidos como los 'padres de la iglesia'), que Schaff confirma en su libro 'Historia de la Iglesia Cristiana', vol.II ...

"Podemos rastrear [filosofía pagana] en Clemente de Alejandría y Orígenes, e incluso en San Agustín, quien confesó que encendió en él un fuego increíble." (Schaff, Historia de la Iglesia Cristiana, período de 2d, vol. 2, párr. 173)

Los obispos de Roma aprobaron la actitud conciliadora entre los emperadores paganos y los métodos masivos de evangelismo de Alejandría, y decidieron eclipsar cualquier atracción pública que los festivales paganos podían ofrecer. Sentados en la capital del imperio, desde lo alto de su pedestal de influencia, determinaron reunir Pascua, un festival anual, y el domingo, el sagrado día de fiesta semanal para la adoración del sol, para hacer el mayor festival de la iglesia del año.

La controversia sobre la Pascua, que causaría grandes disputas durante siglos, ahora había comenzado. Dios había ordenado que la Pascua del Antiguo Testamento debía ser celebrada en la primavera del año en el día catorce del primer mes de la Biblia.

El paganismo en los siglos antes de Cristo tuvo un falso día de fiesta anual para celebrar el equinoccio de primavera del sol. Se llamaba 'Eostre' de la palabra escandinava para la diosa de la primavera, que es de donde se origina la palabra 'Easter' (pascua en inglés).

Debido a que la resurrección de Cristo se había producido en el momento de la Pascua del Antiguo Testamento (primer mes del año), se desarrolló la costumbre de celebrarlo anualmente, aunque ni Cristo ni el Nuevo Testamento encomendaron hacerlo. Esto rivalizaba con la fiesta pagana de la primavera. Sin embargo, el día catorce del mes de la Pascua puede caer, como ahora, en cualquier día de la semana. Las iglesias orientales celebraban la resurrección de Cristo anualmente dos días después de la fiesta de la Pascua. Ellos conmemoraban la resurrección en cualquier día de la semana en que el día dieciséis del mes cayera. Esto estaba en armonía con la forma en que la Biblia regula la fiesta de la Pascua del Antiguo Testamento.

Además de su festival anual de primavera en la Pascua, los amantes del sol también tuvieron un día de fiesta semanal. Como se ha señalado anteriormente, el primer día de la semana tuvo un amplio reconocimiento como un día sagrado para el sol. El obispo de Roma, tratando de superar la pompa pagana, asaltó aquellas iglesias que celebran la Pascua como una fiesta que no se celebraba en un día fijo de la semana. Determinó forzar la celebración de la Pascua en el mismo día de la semana cada año, es decir, el domingo. (ver Bower, La Historia de los papas, vol 1, p.18;. También la cita siguiente).

"La mayoría de los obispos (en el siglo II) habían decretado que la 'fiesta de la resurrección' sólo podía celebrarse en domingo." (Hefele, Historia de los Consejos cristianos, vol. 1, pp. 300-313)

Con esto se crearía un precedente que sólo una oposición devota y erudita podría exponer. Con esto apelarían a los prejuicios populares de su época, sin importar que fuesen tan incorrectos. Con esto, podrían presumir de ser el señor del calendario, ese instrumento tan indispensable para las naciones civilizadas. Con esto él afirmaría tener el derecho de nombrar los festivales de la iglesia y los días santos. Con esto, podía confundir y dejar perplejas a otras comuniones de iglesias, más simples y fieles a las escrituras que ellos. Sólo aquellos que han leído cuidadosamente la historia del crecimiento del poder papal sabrán la fuerza con la que la controversia sobre el culto de la Pascua y el día Domingo ha servido en las manos de los obispos de Roma.

El sínodo católico Victor I, obispo de Roma, convocó sínodos provinciales a lo largo de las costas mediterráneas para llegar a un acuerdo sobre la fecha de la Pascua. Clemente, a la cabeza de la escuela de Alejandría, forjo que se decidiera a favor de la actitud de Roma mediante la publicación de un resumen de las tradiciones que había observado en favor de la observancia del domingo (ver Shotwell y Loomis, La Sede de Pedro, página 276). . Pero no hay ningún registro de escritor alguno previo a Clemente de atreverse a llamar al Domingo el 'día del Señor'. Esto Clemente si lo hizo.

Al mismo tiempo, Víctor proclamo el Domingo a todas las naciones de todo el Mediterráneo. Sabía que los paganos estarían de acuerdo en un festival de primavera anual fijo y que los cristianos que se estaban volviendo mundanos harían lo mismo. Por lo tanto, emitió su decreto ordenando a los clérigos de todo el mundo para observar la Pascua el primer domingo después de la primera luna llena después del equinoccio de primavera.

Un comando señorial que salía de un obispo por encima de los demás era algo nuevo en el mundo. El clero cristiano, hasta ese momento, tenían sus sínodos en provincias individuales. En general, ellos habían seguido los decretos obtenidos por mayoría de votos en sus reuniones regionales. Nunca antes de Victor I, ningún obispo se había atrevido a pasar por encima de la cabeza de los sínodos provinciales para comandar otros clérigos de obedecer sus decretos. El choque fue tan sorprendente y la resistencia a ella tan pronunciada que el historiador Archibald Bower describe esta 'toma del poder' como el primer ensayo de la usurpación papal (ver Bower, La Historia de los Papas, vol.1, p.18).

La Iglesia de Oriente respondió la solicitud señorial, declarando con gran espíritu y resolución que de ninguna manera se habrían de alejar sus propias costumbres que habían heredado. Entonces truenos de excomunión por parte del obispo de Roma comenzaron a rugir. Victor, exasperado, rompió comunicación con ellos, pronunció el clero de Oriente indignos de ser llamados hermanos, y les excluyó de toda comunión con la iglesia de Roma (ver Mosheim, Institutos de Historia Eclesiástica, b.1, ciento2, pt.2, cap. 4, par 11). Desde entonces se creó un abismo entre el este y las iglesias occidentales, un abismo que se ensanchó a medida que el obispo de Roma creció en el poder.

Y así la Iglesia papal de Roma nace. Y a través de las fuerzas intrigantes y brutales de Satanás, ella se convierte en la única Iglesia visible en el mundo en los siglos venideros, ya que la verdadera iglesia de Dios es conducida al desierto (Apocalipsis 12:14).

Amigo, esta es la razón por la cual la gran mayoría de los que profesan ser cristianos en este mundo (católicos o no) observan el domingo como su día de descanso semanal y el día de adoración. A pesar de que no hay apoyo bíblico para esto. Por ello, el MUNDO ENTERO (cristianos o no) observan 'Pascua' en un domingo cada año. A pesar de que no hay apoyo bíblico para ello en absoluto.

Oh amigo! El engaño final de Satanás pronto caerá sobre este mundo. Su plan maestro de reemplazar el séptimo día de reposo de Dios, el único día que jamás se ha apartado para un uso santo, con el domingo como día de adoración del sol (SUN-day en inglés), ha capturado el mundo entero! Por favor, busca la verdad y mantente bajo la verdad en Jesucristo.